Entrevista a Pedro Fernández Cuesta
con motivo de la publicación
de su novela
HOT JAZZ JACK
por el periodista Lechugueto
(continuación 4)
con motivo de la publicación
de su novela
HOT JAZZ JACK
por el periodista Lechugueto
(continuación 4)
Lechugueto:
El otro día, hablándome de tus referentes literarios, me hablabas de tebeos, es decir, de esos productos que, para ciertos “entendidos”, no pasan de ser fenómenos subliterarios.
Pedro:
Verás... he observado que, muchas veces, la obra sin pretensiones serias acaba expresando un no sé qué que, sin ser buscado, surge de forma no consciente. Y ese misterioso no sé qué nos pone en contacto con lo trascendente. Lo mejor no suele estar en lo más pretencioso. Por ejemplo, Rigoberto Picaporte, de Segura, posee ese no sé qué misterioso, inefable, que pone en contacto lo finito con lo infinito; es decir, lo aparentemente banal puede albergar en sí lo trascendente. Un gran artista desenfadado siempre conseguirá más, mucho más, que un débil artista pretencioso. Roberto Segura fue un gran artista. Fue y es, pues su obra sigue presente y él en su obra. He dicho Segura como podía haber dicho Peñarroya o... Marcial Lafuente Estefanía. Picasso, ese genio absoluto, tenía un gran talento para descubrir lo valioso en lo infravalorado, para descubrir, por ejemplo, el gran valor del arte de Rousseau, el encantador pintor naif.
(continuará)