jueves, 23 de diciembre de 2021

 

Navidad (¡oh, tú!) para abolir el clima invernal.*

N(¡ah!)av(b)climclim.*


    *He aquí un título que, ya de por sí, constituye un breve poema, al modo (por su brevedad) del haiku (pero sin su métrica).

    *Y he aquí el poema de palabra única (por condensación del título motivo) con una exclamación (¡ah!) que puede evocar ilusiones infantiles y un climclim como de campanillas navideñas.

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domingo, 12 de diciembre de 2021

    
    Día triste: lluvia tras el cristal* 

    Tristralvia

    *Este título indica la situación o imagen que inspira el presente poema: poema abstracto de una sola palabra. Palabra rara que surge por condensación y atendiendo a un sonido puro que quiere conectar con una esencia supraconsciente.
    La idea de un poema que exprese una situación, una imagen, etc, mediante una sola palabra rara, me la dio un poeta de nombre para mí desconocido. Carioco (el loco) le había tomado bajo su protección, y después de alimentarlo a base de bien, con la esperanza de que, ya saciada su hambre, pudiera escribir un buen poema a la primavera (era primavera), se encontró con que aquel poeta era un vanguardista, consistiendo su poema primaveral en una sola palabra rara: Tascalatapa. Ante la extrañeza de Carioco («Pero... aquí solo hay una palabra rara») el poeta explicó: «Es que soy un poeta abstracto y esa es mi mejor composición. En ella está resumida toda la grandeza de la primavera. ¿No lo cree así?» 
    De aquel poeta desconocido tomé la idea de un poema de una sola palabra rara, y a esto añadí mi idea de condensación de una frase inspiradora. Este mi primer poema fonético de palabra única por condensación quiero dedicárselo a aquel poeta cuyo nombre desconozco, a Carioco (por haber alimentado al poeta) y al “padre” de ambas simpáticas criaturas: el gran Carlos Conti.
    El poeta desconocido apareció en una historieta de Carioco, en el Extra de Primavera de 1973 de la revista “Pulgarcito”, de Bruguera.
    «Por cierto, ¿qué comen los poetas?», preguntó Carioco. «Cosas delicadas: chorizo, empanadas de carne, latas de salmón...», contestó el poeta.