ES POESÍA, LUEGO ES MÚSICA
Decir de alguien que es poeta es decir que es músico; no en un sentido metafórico, traslaticio o analógico, sino en el sentido real. Decimos literalmente que el poeta es músico, pero no únicamente músico, pues es también literato.
Entre la música y la pintura (por ejemplo) hay muchas semejanzas, y cuando pensamos en el arte abstracto las semejanzas se captan con más claridad. Piénsese, por ejemplo, en Paul Klee. En la pintura y en la música hay ritmo, intensidad, contraste, acordes... Hay, en definitiva, armonía*
[*O aparente disarmonía como una forma de armonía].
Pero la pintura es un arte visual, un arte de la forma y el color, y la música un arte auditivo, un arte del sonido.
La poesía es un arte del sonido, por eso pide ser leída en alto. Pero, incluso en la lectura silente, mental, la poesía sigue siendo sonido. Mas la poesía es, también, un arte del concepto. De los significantes que evocan significados.*
[*Los términos significante y significado son de Ferdinand de Saussure, como sabemos.]
La música, como en la ópera o el lied, puede ser, también, arte del concepto.
Y la poesía fonética [que es una rareza en la historia de la poesía] puede prescindir (música pura) del significante evocador.
Podemos decir, pues, que el poeta fonético es músico esencial- mente, aunque es cierto que sigue siendo literato, ya que sus palabras, aun sin significado, siguen siendo una forma de palabras. Una forma extraña de palabras, ya que, según el diccionario, no lo son, pues falta el significado fijo.*
[*Aunque el significado fijo a veces puede tambalearse por la equivocidad y la analogía, es un elemento esencial de la palabra.]
En definitiva: el poeta es literato y músico. Ritma (y a veces rima) la literatura, musicalizándola.
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